Todos los coches lo llevarán de serie a partir de noviembre de 2014
Una correcta presión en los neumáticos es esencial para la seguridad y
para la economía, pero no se revisa todo lo necesario. Las encuestas y
estudios de hábitos de los conductores demuestran la relajación a la
hora de tener a punto algo tan importante como las ruedas.
La Comisión Europea a través de UNCE obliga a la implantación de sensores de presión en todos los modelos nuevos a partir del 1 de enero de 2012 y no se podrá comercializar un vehículo que no lo incorpore en noviembre de 2014.
Es decir, todo modelo nuevo que vea la luz a partir del 1 de noviembre deberá incorporar este sistema de seguridad, no así los modelos que ya se venden. De cualquier forma, dentro de dos años no se podrá comprar un coche que no lo instale de serie.
Según la normativa, el avisador de presión incorrecta debe saltar cuando esta es un 20% menor a la recomendada o baja de los 1,5 bares. La alarma será acústica y visual y el sistema deberá están instalado en todas las ruedas del vehículo.
Según un estudio del RACC, de los conductores que recorren más de 20.000 kilómetros al año solo un 46% mira la presión una vez al mes. Entre los que se mueven menos en coche (entre 10.000 y 20.000 kilómetros) la estadística no es mejor: un 24,8% de ellos confiesa que mira la presión solo una o dos veces al año.
Un neumático correctamente inflado no solo es más estable y frena mejor, consume menos y dura más, así que no todo es seguridad, el ahorro es muy importante. Un neumático con un 0,6 bares menos de presión de la recomendada consume un 4% más y dura un hasta un 45% menos.
Al igual que pasó con el ABS y el ESP, los sensores pasarán a ser equipo de serie aportando más seguridad a la conducción.
La Comisión Europea a través de UNCE obliga a la implantación de sensores de presión en todos los modelos nuevos a partir del 1 de enero de 2012 y no se podrá comercializar un vehículo que no lo incorpore en noviembre de 2014.
Es decir, todo modelo nuevo que vea la luz a partir del 1 de noviembre deberá incorporar este sistema de seguridad, no así los modelos que ya se venden. De cualquier forma, dentro de dos años no se podrá comprar un coche que no lo instale de serie.
Según la normativa, el avisador de presión incorrecta debe saltar cuando esta es un 20% menor a la recomendada o baja de los 1,5 bares. La alarma será acústica y visual y el sistema deberá están instalado en todas las ruedas del vehículo.
Según un estudio del RACC, de los conductores que recorren más de 20.000 kilómetros al año solo un 46% mira la presión una vez al mes. Entre los que se mueven menos en coche (entre 10.000 y 20.000 kilómetros) la estadística no es mejor: un 24,8% de ellos confiesa que mira la presión solo una o dos veces al año.
Un neumático correctamente inflado no solo es más estable y frena mejor, consume menos y dura más, así que no todo es seguridad, el ahorro es muy importante. Un neumático con un 0,6 bares menos de presión de la recomendada consume un 4% más y dura un hasta un 45% menos.
Al igual que pasó con el ABS y el ESP, los sensores pasarán a ser equipo de serie aportando más seguridad a la conducción.
Por otra parte, los neumáticos ecológicos constituyen
una de las formas más eficientes de reducir los costos generados por su
vehículo y proteger el medio ambiente. Así lo demuestra un reciente
estudio de la Universidad Técnica de Múnich, encargado por Lanxess, empresa especializada en la producción de cauchos sintéticos.
Los neumáticos de alta calidad con baja resistencia a
la rodadura obtienen buenos valores de rentabilidad ecológica en el
estudio gracias al ahorro de combustible que suponen y a su reducido
costo adicional. Además, al cambiar a neumáticos ecológicos, los
conductores reducen más las emisiones de CO2 por cada euro de inversión adicional que en otras inversiones ecológicas.
Información de "El Pais"
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