Mercado negro alegal e ¡i-le-gal!
Un mercado negro que, con toda la razón del mundo -vaya por delante-, tiene muy calentitos a los auténticos profesionales del neumático en España, que están que trinan por la peligrosa batalla que a diario se está librando en el mercado a rueda del incremento en la venta de cubiertas de segunda mano, término que -con respeto y con permiso- considero más ajustado a la cruda y dura realidad actual que el genérico de neumático usado, cuyo sentido es más amplio e, incluso, puede dar lugar a dudas o confusión, por visión reduccionista, con los neumáticos fuera de uso.
Porque es cierto que todos los neumáticos de segunda mano, por definición, han sido ya usados, pero no todos los neumáticos usados se revenden -cual top manta o mercadillo- como de segunda mano, es decir, para que, sin ningún tipo de control (ni legal ni profesional) tengan un segundo uso a un precio a priori más barato (ver más abajo, comparativa que en su día reflejó el estudio de Goodyear Dunlop Iberia y el RACE). Y quiero aprovechar aquí la ocasión para romper, una vez más, una lanza a favor de los neumáticos recauchutados, reciclados o -en mi modesta opinión, con mayor propiedad a la hora de definirlos- renovados, porque, efectivamente, por definición también son neumáticos usados, pero a los que cumpliendo unas escrupulosas y exigentes normativas, y sea con tecnología en frío o en caliente, se les "resucita" para una segunda vida (hasta cuatro en los neumáticos para vehículos industriales, gracias al reesculturado) teniendo que dar la talla y unas prestaciones como nuevos.
(Perdón por el inciso, pero es de ley -por su pasado, su presente y su futuro- defender los neumáticos renovados y su industria).
Son, por tanto, los neumáticos de segunda mano, cubiertas que, normalmente, proceden de Alemania, Suiza, Francia... (países donde las leyes obligan a cambiarlos según llega el invierno o el verano, pero, sobre todo y sin duda más importante,